martes, 20 de agosto de 2013

Déjame decir "ternura"


DEJADME DECIR: TERNURA



Yo quisiera eternizar la Ternura
De unas palabras amables, acariciadoras, sugerentes,
Que bailan, gozosas y agradables,
Al son del ritmo vibrante del amor
Sugiriendo felicidad y acogida
en el corazón sin estrenar de los niños.

Yo quisiera eternizar la Ternura
Esparcida mágicamente en los surcos fecundos
de rostros agradables
que proyectan rubores humildes,
Sonrisas luminosas,
Silencios respetuosos.

Yo quisiera eternizar la Ternura
De unas manos delicadas,
Abiertas y trabajadoras,
Tesoros fecundos de dulces caricias,
Que obran el repetido milagro de ablandar la piedra,
Redimir la soledad de una piel reseca
O devolver los rayos de poesía,
Escondidos en tantas cosas inanimadas.

Yo quisiera eternizar la ternura
de unos ojos luminosos, encendidos,
prisioneros de la curiosidad,
atrapados por el fino cristal de una lagrima,
quemados por el fuego de la cordialidad,
danzando siempre al ritmo cambiante de las estaciones.
Yo quisiera eternizar la Ternura
De una madre fiel y sacrificada,
Imagen viva de un amor hecho vida,
Que trabaja, sonríe y espera, siempre espera,
Parada pacientemente en el umbral del corazón de sus hijos.

Yo quisiera eternizar la Ternura
De una violeta, pura, silenciosa, perfumada,
Que dice sin alardes la canción de una belleza sin límites,
Que, pérdida entre las vulgares hierbas del campo,
No se atreve a pregonar el encanto de su frágil hermosura.

Yo quisiera eternizar la Ternura
De un bebe tierno y lindo
Que, dormido plácidamente en los suaves brazos de su madre,
Espera la apasionante aventura de crecer.
Miro, sorprendido y dichoso,
El misterio que esconde su cuerpo frágil
En el que bailan, atrevidas, y gozosas,
Todas las ilusiones de un futuro feliz.

Yo quisiera eternizar la Ternura
De una voz agradable, acariciadora,
Que presta, generosa y agradecida,
La magia eterna de sus canciones,
Que lanza al viento fugaz
Los arpegios enternecedores
De unos cálidos encuentros,
De  una entrañable fiesta que nunca acaba.

 Yo quisiera eternizar la Ternura
De un corazón, dadivoso y paciente,
Abierto siempre a la acogida,
Fiel sin quebrantos a la amistad,
Voceador de quereres desprendidos
En los todavía oscuros cielos de la soledad.


Tomado del libro: (Brotes de Ternura. Gregorio Mateu. Editorial Herder. 1989)
IB (20-8-2013) 

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