viernes, 30 de agosto de 2013

Amarás


Ama al Señor con ternura, 
y él te cumplirá tus deseos 
más profundos. (Sal. 37:4)

Esta es una hermosa parte de un salmo lleno de esperanza para todas esas personas que hoy se encuentran abatidas por las circunstancias de la vida y nos ayuda perfectamente para fortalecer nuestra fe y confianza en el Señor; podemos ver como  el rey David no se cansa de alabar, honrar y darle la gloria a Dios, porque él sabía que su Dios le iba a responder en todo momento…..

Hermanos…….Necesitamos confiar en ese Dios que es inmenso en  amor y misericordia….Todo aquél que  ama al Señor con ternura y amor verdadero, con fidelidad, con dignidad, con seguridad, recibe de parte de Dios todos los deseos, anhelos, regalos, bendiciones  que tiene en lo más profundo de su corazón….Haz tuya esta promesa que te hace hoy el Señor, ámale como lo dice el primer mandamiento….  

Con  todas tus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu corazón….  Sin condición y desinteresadamente…..

Te aseguro que recibirás todo lo que necesitas: Libertad, sanidad, prosperidad en todos los planos de la vida, recibirás bendición, gracia, amor, misericordia,  bondad,  fidelidad,  ayuda y consuelo….

Solo el Amor es capaz de transformar el barro y hoy tu vida es ese barro en manos del Alfarero….

Si en verdad amas al Señor con todo tu ser, pon tu vida en sus manos para que te vaya moldeando así como se moldea una vasija de barro hasta hacer algo verdaderamente útil para sus propósitos, deja todas tus cosas, todos tus problemas, todas tus angustias, todas tus inquietudes, todas tus dudas en las manos del que todo lo puede…… confía en Jesús  que pudo vencer a la muerte…..

Dios vendrá a tí para que tu también salgas victorioso de la situación que estás atravesando: Economía, enfermedad, temor, duda, envidia, odio, resentimiento...

Deja que el Poder de Dios se derrame en este instante sobre tu vida y sobre las personas que te rodean……

Cree en el Señor y deja todo en sus manos.

Deja que sea el Espíritu Santo quien tenga y tome el control de tu vida…

Déjate conducir por Dios, porque El vendrá y hará brillar tu rectitud.




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