"Déjate acariciar por esa ternura de un Dios que te quiere, por un Dios hecho ternura. Anímate a hacerte ternura de Dios para toda situación difícil, para todo problema humano, para quien tienes cerca, para quien se relaciona contigo y que esa ternura te acompañe a lo largo de la vida, en los momentos de alegría, de tristeza, de cruz, de trabajo, de conflicto y de lucha" (Papa Francisco)
y yo me tomo la licencia de añadir...
...Dios ayúdame a sentir esa ternura tuya en todas las personas de mi alrededor, incluso en las que me están desgarrando por dentro. Ayúdame a ser ternura siempre para todo y para todos, también para aquellos a los que no puedo ni mirar a la cara ya porque hasta eso duele... que la ternura sea mi estandarte siempre aunque los golpes intenten endurecerme...
... haz que sienta tu caricia, Señor y haz que me deje acariciar...
Las caricias tiernas de Dios siempre dejan huella profunda y sanean el corazón.
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